Vengo sosteniendo hace un tiempo que la reforma impositiva es uno de
los temas centrales y me llama la atención la demora en su tratamiento,
debido a que una solución al principal problema del desarrollo de
negocios en Argentina hubiera paliado mejor la situación recesiva de los
últimos tiempos. El que dice que no se pueden bajar impuestos por el
déficit evidentemente carece de sentido común y de conocer la realidad
de las empresas. Un déficit no solo se reduce achicando gastos sino
generando mayores ingresos. Quien dice eso no entiende que el 100% de
cero es cero. Hoy los grandes temas pasan por la eliminación de un
tributo totalmente distorsivo como lo es Ingresos Brutos (solucionando
de otra manera tema coparticipación, podría ser con un IVA provincial
que es más justo para el contribuyente) y reducir 10 puntos ganancias,
IVA y cargas sociales (como ocurre en promedio en Latinoamérica).
También poder reconocer el ajuste por inflación, ya que las empresas
tributan ganancias contabilizando costos viejos y ventas “nuevas”
ajustadas, lo que agrava más las increíbles situaciones planteadas. ¿Que
piensan que pasaría con los inversores externos que no invierten por la
locura en nuestra matriz impositiva? ¿Que piensan que ocurriría con las
pymes y comercios que en promedio tienen una economía informal yo diría
cercana al 40%? Creo que ante impuestos razonable se aumentaría la base
imponible y el efecto tasa se vería reemplazado por el efecto volumen.
Esto solucionaría también el tema financiero de las empresas. Una
empresa no puede acceder al financiamiento que necesita porque los
balances no reflejan la realidad, producto de la imposibilidad de pagar
los impuestos. Quien hace todo como corresponde seguramente deberia
cerrar la persiana del negocio a los dos dias. No se mientan más, esta
es la realidad. Si el gobierno no entiende esto y se sincera, como un
doctor que diagnostica mal los síntomas aplicará el remedio equivocado.
Se que es lo más fácil, pero me parece algo mediocre pensar en cómo
seguir confiscando en lugar de idear soluciones creativas para cortar de
raíz algo que es una barbaridad. Soy de la idea ante estos problemas de
ver cómo uno se expande, en como vende más, en como exporta más, en
generar confianza en inversores, en cómo se invierte para generar nuevas
formas de ingreso. Esa lógica de las empresas no escapa al Estado.
Entonces reitero, carecer de sentido común, diagnosticar mal un problema
y no cortarlo de raíz, lo único que hace es prolongar la agonía y
evitar que rápidamente inversores internos y externos hagan “girar la
rueda”.
Aunque mirándolo con el mismo prisma del Gobierno también tiene su
lógica: los funcionarios poco creativos que piensan que no se pueden
bajar impuestos, son los mismos que avalan una matriz que cobra tributos
escandinavos para brindar como contraprestación servicios venezolanos o
africanos.
Doce años de tantas barbaridades y distorsiones de la realidad no se
solucionan en dos, eso está más que claro. Pero no perdamos la
oportunidad de tener una economía pujante y sería por no saber reconocer
las prioridades y los atajos. Y la reforma tributaria reúne todos los
requisitos para tratarla e implementarla urgentemente.
12.06.17 | Por: Dr. Leonardo Rocco - CEO SAT Group
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