martes, 27 de junio de 2017

La contabilidad de costes en las pymes

La contabilidad de costes es un sistema de información contable que pretende ampliar la información que nos aporta la contabilidad de gestión u ordinaria (basada en el plan general contable). Este tipo de contabilidad trata de aprovechar información que tiene disponible la empresa, y mediante su presentación en otro formato, facilitar a los interesados la toma de decisiones.


A diferencia de la contabilidad de gestión, no es de carácter obligatorio para las empresas, pero sí extremadamente útil para los encargados de la toma de decisiones.
Entre otros objetivos, sirve para:
  • Conocer el punto muerto de la empresa. Es decir, qué nivel de ingresos debemos obtener para poder asumir todos los costes que tenemos.

  • Tener el detalle del Margen de contribución de nuestros productos. Esto es, entender en qué medida cada producto nos aporta, o no, beneficio a la empresa.

  • Fruto de todo ello, nos generará un conocimiento más concreto sobre la rentabilidad real de nuestras operaciones.
Como es bien conocido, la contabilidad tradicional tiene en cuenta algunas variables que no afectan a la gestión diaria de la empresa (amortizaciones o provisiones, entre otras) además de presentarse de forma agregada para todos los productos. Por tanto, pueden confundir al gestor que tenga que tomar decisiones concretas solo sobre un producto.
La contabilidad de costes puede llegar a un nivel de detalle más profundo, que ayudará, por ejemplo, a poder establecer un precio acorde con los costes reales de asumidos por la empresa.
Al tratarse de un tipo de contabilidad voluntario por parte de las empresas, y de uso exclusivamente interno, no existe un único formato establecido. Bien es cierto que se ha desarrollado un cuerpo normativo muy extenso en este sentido, con múltiples manuales y artículos que ayudan a establecer los parámetros básicos para cada empresa.
En cada caso lo importante no es tanto el formato sino el tipo de información que se pueda aportar, así como la facilidad que se les pueda dar a los que la tengan que usar para tomar decisiones, que es lo realmente importante. En este sentido, una de las grandes barreras suele ser la capacidad de muchas compañías, especialmente las más pequeñas, para generar y mantener actualizada la información necesaria.
Es decir, si una empresa no tiene herramientas para imputar correctamente los costes a cada producto, muy difícilmente se podrá establecer una contabilidad analítica con rigor.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, es el seguimiento y actualización que se debe hacer de todos los datos. Si se establecen unos determinados parámetros en un momento concreto pero se producen cambios en el proceso productivo (por ejemplo, la mano de obra pasa a tener menos peso en cuanto a coste), si no se aplican correctamente a la nueva situación, se acabará generando información inexacta.
Acerca del Autor: Este articulo es un aporte de Captio.

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