jueves, 2 de noviembre de 2017

Reforma tributaria: gravarán bonos y plazos fijos, pero no a las acciones

El proyecto de reforma tributaria incluye impuestos para rendimientos mayores a $ 52.000 que perciban personas físicas residentes en el país por sus inversiones financieras. La medida no alcanza a las ganancias que provengan de acciones.

Mucho se habló durante los últimos meses del proyecto de ley de reforma tributaria que preparaba el oficialismo. Que estaba escondido bajo siete llaves, que no sería llevado al Congreso de la Nación hasta después de las elecciones legislativas para que el clima electoral no afectara la aceptación del proyecto, y hasta que, si la propuesta era buena, se hubiera presentado antes para capitalizarla en votos.

Todas esas especulaciones quedaron atrás luego de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentara el proyecto con el que el que el Ejecutivo buscará rediseñar el esquema tributario del país. El mismo finalmente incluirá –como se especulaba– un impuesto a la renta financiera. Es decir, de sancionarse el proyecto, el gravamen se aplicará a las ganancias mayores a $ 52.000 anuales que perciban las personas físicas residentes en el país, y alcanzará los rendimientos provenientes de títulos públicos (en pesos y dólares), plazos fijos, Lebacs, y fondos comunes de inversión. Sin embargo, dichos impuestos no se aplicarán a las ganancias provenientes del mercado de acciones.
La alícuota incluida en la propuesta del oficialismo será del 5% para las inversiones en renta fija en pesos sin cláusula de ajuste (aunque el Ejecutivo podrá elevar esta alícuota, según las condiciones económicas imperantes hasta alcanzar convergencia con alícuota del 15%); y de 15% para los títulos en moneda extranjera o indexados.
Consultados respecto a qué consecuencias tendrían estos impuestos en el mercado, especialistas financieros coincidieron en que las Lebacs continuarán siendo uno de los instrumentos con mejor rendimiento, que la medida podría estimular la compra de acciones –de baja relevancia dentro del mercado de capitales–, y que los plazos fijos bajarían todavía más su rendimiento.
De acuerdo a información proporcionada por Federico González Rouco, economista y funcionario de jefatura de Gabinete de Ministros, si se aplicara el gravamen al mínimo no imponible de $ 52.000, quienes compraron Lebacs a una tasa de 26,5% pagarían: $ 50 anuales si invirtieron $ 200.000; $ 713 anuales si invirtieron $ 250.000; $ 1375 para inversiones de $ 300.000; $ 4025 si invirtieron $ 500.000; $ 7338 si se invirtieron $ 750.000; y $ 10.650 si la inversión alcanzó el millón de pesos.

Al respecto, Nery Persichini, economista jefe de MB Inversiones, dice que “aún aplicando el impuesto, el rendimiento de las Lebacs continuará siendo atractivo para el inversor”. “Las inversiones en Lebacs tienen un rendimiento real en torno al 10% anual, con lo cual quien apueste por ellas va a seguir ganando”, explica.
Consultado por la no inclusión del gravamen para los rendimientos de las acciones, Persichini considera que “es una decisión acertada, ya que representa la porción más pequeña del mercado de capitales”. Mientras que, en términos generales, el economista de MB Inversiones se manifestó mayoritariamente a favor de la decisión del Ejecutivo de incluir el impuesto a la renta financiera.
“Pese al cambio de condiciones respecto a quienes ingresaron al blanqueo, la decisión se entiende y va en sintonía con lo que dijo el presidente Mauricio Macri el pasado lunes, respecto a que todos deben ceder un poco”, expresa. “De todas maneras, los inversores compraron más el discurso que dio Macri respecto al camino trazado para el mediano y largo plazo que la letra chica de las reformas de ayer”, añade.
Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de Invertir Online, cree que “en términos generales hay un cierto descontento entre los inversores, ya que el inversor particular estaba acostumbrado a que sus inversiones estaban exentas del gravamen”.  Bianchi expone que la medida afectaría “no solo al inversor grande, sino también a la clase media” y que “invertir en la Argentina es más riesgoso y las pérdidas no se computan”. Además, coincide con Persichini en que, de aprobarse, la Ley “podría generar un descontento para aquellos que blanquearon, a los que les cambiaron las reglas del juego a los pocos meses” de haber ingresado en el Régimen de Sinceramiento Fiscal.
Respecto a las consecuencias que podría tener el proyecto en los mercados, Bianchi alerta que los plazos fijos serán los más afectados. “Los rendimientos de los plazos fijos ya no eran rentables en relación a la inflación, con lo cual si se agrega el gravamen el inversor saldrá del plazo fijo y migrará hacia las Lebacs”, proyecta. Y respecto a cómo reaccionarían quienes apuestan a inversiones en dólares tras un porcentaje más alto en el gravamen, el ejecutivo de Invertir Online adelanta que “el inversor que tiene un perfil menos arriesgado, e invierte en dólares, probablemente siga haciéndolo”, mientras que “para el que apuesta más al riesgo, el diferencial hará que se vuelque más a pesos”.   
Lucas Gardiner, director de Porfolio Personal, argumenta que si bien todavía no hay mucha información respecto a cómo se aplicarán los impuestos a la renta financiera, “conceptualmente estoy de acuerdo, en la medida que esté acompañado también por una reducción de impuestos a PyMEs o pequeños productores”. “Es como dicen, todos cedemos un poco”, expresa.
“Igualmente todavía falta información, como por ejemplo si solo van a alcanzar a inversiones futuras o si los rendimientos pueden llegar a volver a través de deducciones”, considera Gardiner. Sin embargo, el economista de Porfolio Personal cree que “el gravamen no debería afectar demasiado el rendimiento” de las inversiones en pesos.
“También es cierto que ya no tendrá mucho sentido apostar al plazo fijo y es más conveniente invertir en Lebacs, que rinde más, tiene menos riesgo y sacás la plata cuando querés”, dice. “De todas maneras, yo creo que el que invierte en dólares lo hace porque no está cómodo invirtiendo en pesos. El rendimiento de un bono a corto plazo en dólares (que es donde se daría una mayor brecha respecto al peso en cuanto al gravamen), tampoco cambia demasiado. Yo personalmente me iría a pesos pero por un tema de rendimiento, no de impuestos”, concluye.

Apertura 2/11/2017



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