miércoles, 8 de marzo de 2017

Dolar barato y perjuicio a algunos sectores de la industria nacional

El dólar barato alienta como nunca a los argentinos a ampliar sus gastos en el exterior. El uso de la tarjeta de crédito para afrontar compras fuera del país por comercio o por turismo se disparó durante el verano y ya es sensiblemente mayor que el que se hacía en los años de cepo cambiario.

El financiamiento se duplicó sólo en estos dos meses de enero y febrero, de u$s400 millones a u$s795 millones. Y toma hoy la misma dirección y velocidad que las compras de divisas que hacen los clientes minoristas por ventanilla y por homebaking.

El argentino presume que el tipo de cambio quedó rezagado en el país ante la inflación y ante el debilitamiento de las monedas a nivel global. Considera, además, que el dólar se mantendrá adormecido en el corto plazo por la sobreoferta de divisas que aseguran las colocaciones de deuda y las exportaciones de la cosecha gruesa.

Así, el plástico empieza a estar cada vez más de moda para los gastos en dólares. El uso que hacen los argentinos en estos días supera ampliamente al que realizaban en los años de cepo cambiario, cuando había un especial atractivo para hacerlo y el stock de financiamiento había llegado a tocar un techo de u$s560 millones.

La dinámica actual va más allá de los factores estacionales: en el verano de 2016, con una devaluación reciente, el crecimiento del stock de préstamos en dólares con tarjeta había sido de apenas 30%. Y contrasta mucho con la realidad que se refleja en los gastos en pesos: el stock de financiamiento con tarjeta en moneda local cayó de un promedio de $231.500 millones, en todo enero, a uno de $230.000 millones en febrero. La contracción se dio, precisamente, en el mismo mes en que el Central resolvió auspiciar el plan de "precios transparentes" sobre los productos financiados. Con el fin de incentivar la competencia y abaratar el valor de los bienes al contado, el Gobierno obligó a publicar la tasa que se cobra en los planes en cuotas. La medida provocó una caída en el consumo que el Gobierno no esperaba y que terminó por representar una traba para la recuperación de la economía. Y que, en rigor, puede haber sido la verdadera causa de la caída de precios que buscaba el BCRA.

Fuente: Ambito Financiero


No hay comentarios:

Publicar un comentario